viernes, 7 de junio de 2019

Química, la "bad girl" de las ciencias.


Es innegable que hay una tendencia cada vez mayor hacia el consumo de productos ecológicos, aquellos “libres de químicos” o que dicen ser buenos para la salud. Y es que existe una especie de aversión si se quiere a la mera palabra “químico”; la cual a menudo es sinónimo de toxinas o veneno. De hecho, se usan frases como “está lleno de químicos” para decir que algo es artificial y, por ende, malo.
Basta pasearse por un supermercado para ver la cantidad creciente de productos que dicen estar “libres de químicos”; cuando si nos ceñimos al más estricto sentido de la palabra, esto no puede ser así: todos los productos envasados que tienen alguna fecha de expiración suelen llevar conservantes, y esto son… sí, químicos!  Y es que las etiquetas de los productos llaman “químicos” a todos aquellos que son sintéticos; porque esto es lo que entiende el consumidor promedio. Sin embargo, si leyéramos mejor las etiquetas nos daríamos cuenta de que estas afirmaciones no son tan ciertas.

¿Son peores los químicos sintéticos que los naturales? No necesariamente, y para ello basta citar un ejemplo: el E300.  ¿Por qué este aditivo sintético E300 es considerado malo mientras que la vitamina C que le añaden a su jugo de naranja, buena? ¿Por qué si son la misma cosa?

Veamos un poco que es este E300:

Antioxidante natural o sintético. Se obtiene de forma natural por extracción de frutas y vegetales o de forma sintética por fermentación bacteriana de glucosa seguido por una oxidación química. Es la misma Vitamina C natural, pero cuando se utiliza como aditivo no puede ser referido como suplemento vitamínico porque ya es descrito usando su código E300 y además no se añade por su vitamina sino por su poder antioxidante.


El E300 en nuestro sano jugo de naranja… ¿Contradictorio?

Así que si ven E300 escrito en alguna etiqueta no hay porque poner mala cara. Aquí ya podemos ver lo grande que es la química, que nos permite sintetizar sustancias tanto nuevas como otras ya existentes. No hay razón para temerle o huir de ella, más bien al contrario; ya que esta presente incluso en cosas tan maravillosas como el amor, que todos sabemos que es cuestión de química! ;) Además, el solo pensar que todo lo que nos rodea en el mundo está hecho de poco más de 100 elementos, no puede sino resultar fascinante.



Entonces, ¿Por qué la química es la chica mala de las ciencias?
Para responder esta pregunta, basta con echar un vistazo a lo que vemos en la tele:



Vemos por ejemplo como la biología no tiene una mala reputación, todo lo contrario: tiene animales y plantas asombrosas, el proyecto del genoma humano y a David Attenborough. Es natural y buena. 
¿Y la física? Todas las estrellas, rayos láser y la máquina más impresionante que se haya construido jamás: el Gran Colisionador de Hadrones. Y esas maravillas del Universo son presentadas por Brian Cox (que además de físico, solía ser rockero)… ¿Se puede ser más cool? Ah sí, sí se puede! También están los geniales chicos de The Big Bang Theory!
¿Muy cool no? Por otra parte, de la matemática siempre se muestra que quien la domina es muy brillante, pero nunca malo ni con intenciones de serlo.

Y luego, esta nuestra maltratada química.  L
Lo más cercano a una celebridad con lo que cuenta viene de la serie “Breaking Bad”, en la que Walter White -un profesor de química que se convierte en un capo del mundo de las drogas- usa sus conocimientos enciclopédicos de química para sintetizar drogas, envenenar a sus enemigos y disolver los cuerpos de sus víctimas. Además, vemos asociada a la química cosas tan terribles como la polución, los venenos y las armas tan terribles que justifican la existencia de una organización galardonada con el Premio Nobel para controlarlas.

Como se puede ver, los medios de comunicación no ayudan en nada a combatir esta quimiofobia

Pero.. ¿Saben qué? Tanta mala publicidad se puede contrarrestar, con unas básicas, muy básicas preguntillas:
1.    ¿Cuál es la causa más probable de lesiones o enfermedades? Me atrevería a apostar que si tuviste que quedarte en cama recientemente fue debido a algún bichito biológico (virus, bacteria) o herida física, no a algún envenenamiento relacionado con químicos.
Comer en exceso no cuenta eh?! ;)
2.    Y, cuéntame… ¿Qué tomas para aliviar los síntomas de ese resfrío “natural”, torcedura de tobillo o dolor de cabeza? Algún analgésico químico, por supuesto. ¿Y para prevenir la gripe? Un poco de E300, o perdón, de vitamina C no?

Si entramos en temas más serios y hasta tétricos si se quiere, hablemos de conflictos bélicos… Las estimadas 1.300 muertes en Siria víctimas de un ataque con gas sarín son peores que las estimadas 100.000 muertes causadas por armas físicas convencionales? Si me preguntan, ambas son igual de terribles…
Como anécdota de la segunda guerra mundial, cuando en 1940 los nazis invadieron Dinamarca; Niels Bohr sabía que recibiría una “visita” de los nazis ya que su laboratorio se había convertido en un refugio para los físicos judíos. Se sabía además que el guardaba las medallas de oro del premio Nobel de Max von Laue y James Franck. Al estar grabados sus nombres en ellas, serían acusados de sacar oro de Alemania, así que era evidente que debía esconderlas… Pero, ¿dónde? La primera opción fue enterrarlas pero la desechó. Al final, con la ayuda del químico húngaro George de Hevesy (premio Nobel de Química en 1943) decidieron disolverlas!

Tampoco era fácil, pues uno de los pocos reactivos capaces de disolver el oro y el platino es el agua regia (es una solución altamente corrosiva, de color amarillo, formada por la mezcla de ácido nítrico concentrado y ácido clorhídrico concentrado generalmente en la proporción de una en tres partes). Así lo hicieron y cuando llegaron los nazis, para registrar el laboratorio, las medallas estaban disueltas en una probeta… o sea que las tuvieron literalmente a la vista! Hevesy se vio obligado a huir a Estocolmo en 1943; cuando la guerra terminó regresó a su laboratorio y encontró la probeta en la estantería donde la había dejado. Recuperó el oro y lo envió a la Academia Sueca. El Comité del Premio Nobel volvió a fundir nuevas medallas, con el oro original, y se las entregó a sus legítimos propietarios.

Y..¿Se puede recuperar oro ya disuelto en una solución corrosiva? ¡Sí señor! Aquí les enseño como:
Para cerrar, y visto lo anterior, podemos ver que las ciencias pueden estar al servicio tanto del bien como del mal. La información es poder, y depende de nosotros el uso que le demos a nuestros conocimientos. Así que sabiendo esto, no se le debería tener fobia o miedito solo a la química no? ;)